Aunque la industria porno está creada por y para el hombre, el número de mujeres que se interesan por este género no para de crecer. Es una realidad avalada no sólo por cifras sino empíricamente. Basta comprobar como hace unos años, ver a una pareja pasear por un festival erótico era una curiosidad. Hoy en día, a estos eventos acuden tanto parejas como mujeres sólas y a nadie le llama la atención. Y es que mirar en internet porno gratis x se ha convertido en algo habitual. También para las mujeres.
En parte, este mayor contacto de la mujer con la pornografía se debe a factores sociológicos. Las mujeres pueden mostrar interés por el sexo de manera más abierta sin ser juzgadas por ello. Por supuesto, todavía hay una parte de la población, de educación más conservadora, que critica ese tipo de conductas, pero por regla general hay una mayor aceptación de la mujer sexualmente liberada.
También la normalización de la pornografía es un factor a tener en cuenta. El porno ya no se considera mayoritariamente como algo propio de depravados, sino que se toma por un entretenimiento y un estímulo de la vida sexual.
A ello han contribuído , entre otras cosas, la aparición frecuente de actores y actrices en medios de comunicación de masas, como la televisión o los periódicos. Los nombres de Nacho Vidal o Amarna Miller son ya familiares para la población en general, sean o no consumidores de pornografía.
Una de las razones por las que las mujeres eran un tanto reacias al consumo de porno es porque el producto no se ajustaba a sus cánones estéticos. El porno está ideado, habitualmente, para satisfacer los gustos masculinos, y por ello sigue los tiempos y explota las fantasías de los hombres.
La aparición de otro tipo de porno más enfocado hacia las mujeres podría considerarse también como uno de los motivos que han llevado a este mayor consumo. De hecho directoras como Erika Lust han hecho del porno feminista su bandera, y defienden a capa y espada que un porno más elaborado tiene más aceptación por parte del público femenino.
Sin embargo las cifras no mienten. Este porno más “erótico y sensual” continúa siendo anecdótico, y las mujeres continúan visionando todo tipo de videos porno cada vez con mayor frecuencia incluso aunque no siempre se ajuste a sus criterios estéticos.
¿Será por que en el fondo las fantasías de hombres y mujeres no se diferencian tanto?